sábado, 6 de febrero de 2016

El febrero que cambio nuestras vidas

Febrero ha implicado mucho en mi vida, fue aquella madrugada de 1992 cuando mi transporte escolar retrocedía desesperado, sonidos de balas rodeaban nuestro entorno, un tal Chávez irrumpió de forma violenta en nuestra realidad. Desde ese momento siempre he estado atento a lo que sucede en las esferas de poder.


22 años después de ese hecho, me tocaba encabezar junto distintos líderes juveniles del país jornadas de heroicas protestas, que quebraban el silencio y elevaban de a miles las voces descontentas contra un régimen que con su corrupción y abuso nos había hundido en la más grande de las miserias.  


Salimos en febrero de 2014 y lo hicimos con coraje, salimos a reclamar por nuestros derechos y también por los derechos de los que guardaban silencio, pedíamos con urgencia una salida constitucional urgente al atolladero en el cual ya nos encontrábamos viviendo y advertíamos que todo sería peor si el tiempo pasaba sin reclamar. En ese proceso, vivimos la represión más cruda e inhumana, nuestros compañeros eran detenidos y torturados, a chicas las desnudaban y orinaban, los esbirros conectaban electricidad a sus pezones y les propinaban descargas eléctricas, halaban de su cabello hasta desprender el cuero cabelludo. A algunos jóvenes los abusaban sexualmente introduciendo en su ano la punta del fusil, los colgaban con esposas en sus muñecas hasta dislocar sus brazos.


¿Quiénes nos perseguían? Las órdenes venían de los mismos cobardes que en febrero del 1992 después de su desastre se rindieron, aquellos cobardes que cuando hombres con dignidad le hicieron frente no optaron por otra cosa que levantar sus manos y pedir clemencia.


Clemencia que no existió cuando tirada en el suelo y herida, un guardia disparo en el rostro de Geraldine Moreno desprendiendo su masa encefálica y dejándola agonizante hasta morir. Cobardes que activaron sus armas contra jóvenes protestantes y arrebataron la vida de Bassill y Robert Redman. Cobardes que mataron a Genesis con un disparo en su cabeza.


Aun sabiendo todo esto, viviéndolo, sufriéndolo. Permanecíamos en las calles, seguíamos reclamando, a diario detenían a decenas de nosotros, pero persistíamos en reclamar. Y hoy mientras otros recuerdan un febrero de cobardes, yo recuerdo el  febrero que marco nuestras vidas, que eternizo el honor de valientes, que plasmo nuevos nombres de héroes en nuestra historia y que permanece vigente como la deuda que tenemos a su memoria, hasta conquistar aquello por lo que decidimos salir, ¡Libertad!.


Este año demanda de nuestra juventud, de todos nosotros. Me permito en memoria de nuestros compañeros caídos, de nuestros compañeros presos, pedirles que este febrero nuestras voces se escuchen de nuevo. Que todo lo sufrido no quede en vano, que este mes de juventud asumamos con espíritu ferviente y firmes convicciones el propósito de ser libres, de recuperar la dignidad del venezolano y de expulsar de todos nuestros connacionales cualquier vestigio de resignación.

 

Dios, Patria y Gloria. Resistencia Hasta la Victoria.


Julio Cesar Rivas

Diputado Consejo Legislativo del Estado Carabobo

Presidente Fundador de JAVU



No hay comentarios:

Publicar un comentario