En varios estados como Carabobo, Tachira, Barinas o Miranda en sus altos, la dictadura ha implementado el Plan Zamora para infundir terror, por eso luego de ser estados de protesta intensa y de referencia de lucha, muchos ahora preguntan si todo termino, al ver cierto clima de "normalidad". No es una normalidad vivida, si no un clima impuesto de sometimiento, que busca con la persecución, el allanamiento a moradas, el asesinato represivo, silenciar nuestra voz de descontento. Han incluso acudido a la extorsión para intimidar a familias enteras y a su vez servir como herramienta disuasiva de comunidades importantes. En esta estrategia de terror, la dictadura ha cometido crímenes de guerra y de lesa humanidad, los responsables directos se empiezan a inscribir en una lista imborrable de oprobio por la que tendrán que pagar.
Estos estados empiezan a recuperar sus espacios, saben que luchar contra una dictadura no es sencilla y se organizan para evitar ser blanco fácil. De ninguna forma se han rendido, solo se preparan para la etapa definitiva. En esa etapa es importante, que todos comprendan, que en dictadura no se puede vivir en "normalidad", y que para luchar contra la dictadura no es suficiente dedicar unas cuantas horas y el resto intentar a hacer lo rutinario, lo rutinario será parado y deberemos dedicar el 100% de nuestras horas, tiempo y esfuerzo a debilitar los pilares que sostienen la dictadura. No hay lugar para el desánimo, los sacrificios que hemos llorado, deben ser la inspiración para seguir adelante.
No hay excusa para no participar, todos tenemos que cumplir un papel en la Resistencia, en estos últimos días se ha pedido desde la unidad que organicemos comités para recuperar la democracia en cada ciudad, parroquia y comunidad y es algo que debemos hacer desde ya. En cada comité es importante asumir responsabilidades de comunicación, para informar a los integrantes lo qué pasa en otras ciudades y comunidades, como para comunicar a los otros lo qué pasa en las nuestras. También es importante comunicar efectivamente bajo canales libres de rumores o desinformación, los lineamientos que vayan surgiendo desde la unidad y el frente de la defensa de la constitución.
Los comités para recuperar la democracia, deben tener también a tono equipos y estrategias de movilización, para trasladarse tanto en las actividades dentro de la ciudad como para si es requerido trasladarse hacia la capital de la república, que sin duda en un palacio empieza a convertirse en el último reducto de la dictadura. El dictador en su afán de correr hacia adelante intenta amilanarnos con su amenaza de fraude constituyente, por ello los comités de resistencia, deben prepararse para la contingencia de efectuar plantones permanentes o incluso abstenerse de forma indefinida de participar en cualquier actividad económica, para ello cada grupo desde ya tiene que prepararse con la suficiente agua potable, alimentos y estrategias para la efectiva implementación de cualquiera de estas actividades.
En Caracas sobre todo, muchos se preguntan que se ha logrado con tanta marcha, hay respuestas obvias, ya no solo es una Asamblea Nacional como poder el que asegura que el hilo constitucional y democrático ha sido roto, la Fiscalía General, varios magistrados del TSJ e incluso diputados del PSUV empiezan a fijar postura institucional respecto a las violaciones evidentes a los preceptos constitucionales. Desafiar a la dictadura de forma permanente, ha develado su rostro violento, represivo y su nulo respeto a la constitución que debe regir a nuestra república, ese desafío sin duda ha fracturado pilares con los cuales se sostenía y hoy es más débil. Ya no es el Este de Caracas, la Resistencia expresa su descontento en el Oeste y el Centro y muy pronto lo hará frente al propio palacio. Debemos seguir avanzando.
En 65 días hemos visto cómo actúan, quienes ordenan, quienes reprimen. Nuestro desafío No Violento va a evolucionar y la Desobediencia a la injusticia y a la dictadura elevarán el nivel que tenemos que asumir con mucho compromiso y disciplina. Para ello es importante que asumamos varias consideraciones, las tanquetas son solo una barrera que trunca nuestro camino, no son nuestro objetivo. La violencia solo conviene a quien tiene el monopolio de las armas, enfoquémonos en protegernos y avanzar cuando sea esa la actividad. A los jóvenes uniformados sean militares o policías, no les pedimos que se den de baja o se pronuncien de forma individual, cuando llegue el momento y sin duda lo sabrán, su rol histórico será dejarnos pasar, será el mayor gesto y será recordado por siempre. Por ahora bajen las armas, no nos disparen.
Nuestra posibilidad es real, porque mientras no nos rindamos no seremos derrotados. Nuestra moral está en alto porque a pesar de todo lo vivido aún tenemos ánimo de luchar. Rendirnos significa entregar a la dictadura décadas del futuro próximo, Venezuela no se debe entregar, sacude cualquier desánimo y asume que eres parte de esta gesta.
Dios, Patria y Gloria.
Resistencia Hasta La Victoria.
Diputado (CLEC) Julio César Rivas
Presidente Fundador de JAVU
@JULIOCESARRIVAS
@JAVUresistencia
