El 28 de julio de 2024, el pueblo venezolano ejerció su derecho al voto en elecciones presidenciales, expresando de manera contundente su deseo de cambio. Sin embargo, Nicolás Maduro, desobedeciendo la voluntad popular, se autojuramentó para un nuevo mandato, consolidando su usurpación del poder. Nuestra organización ha resistido desde el inicio, enfrentando prisión, tortura, represión y muerte. Los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen son innumerables, pero nuestra determinación permanece inquebrantable.
El pueblo venezolano, mediante un proceso primario legítimo, eligió a María Corina Machado como su líder, confiándole la responsabilidad de trazar la estrategia para lograr la transición democrática. Bajo su dirección, se ha demostrado de forma irrefutable que Nicolás Maduro no solo usurpa el poder, sino que también desconoce la soberanía popular.
El 28 de julio de 2024, los venezolanos expresaron su mandato en las urnas: Edmundo González debe encabezar el poder ejecutivo y comandar las Fuerzas Armadas. Sin embargo, ese mandato ha sido desconocido por Nicolás Maduro y su estructura criminal, que continúa atrincherada mediante el uso de la violencia y el control de las armas, ocupando instituciones secuestradas.
Los venezolanos, por mandato popular y deber constitucional, estamos obligados a restaurar el hilo democrático. Esta obligación recae sobre todos los ciudadanos, sin distinción, y debe asumirse con la seriedad que exige el momento histórico.
Considerando
• Que la vía electoral fue agotada en la última elección presidencial del 28 de julio de 2024.
• Que Nicolás Maduro se autojuramentó, desobedeciendo la voluntad de la mayoría de los venezolanos.
• Que ha instaurado una red criminal en los altos mandos policiales y militares.
• Que el régimen acciona con crímenes de lesa humanidad contra toda manifestación pacífica y no violenta.
• Que los oficiales policiales y militares están imposibilitados de organizarse libremente para cumplir con su deber de proteger al pueblo.
Resoluciones
En apego a las directrices de María Corina Machado como líder de los factores democráticos, del presidente electo Edmundo González y del marco legal internacional aplicable a la diáspora venezolana, la plataforma de resistencia JAVU resuelve:
1. Organización de células de resistencia:
Reclutar y activar comités de resistencia dentro del territorio nacional para neutralizar, sabotear e inutilizar instalaciones, sistemas y equipos utilizados para reprimir, perseguir y asesinar a ciudadanos que exigen el respeto a la soberanía popular.
2. Fortalecimiento de alianzas y coordinación:
Establecer comunicación con grupos y organizaciones aliadas para la activación de la Junta Patriota, con el propósito de coordinar acciones de resistencia y garantizar la recuperación de espacios soberanos que permitan la juramentación del presidente electo.
3. Activación del "Plan Fuerza":
Convocar a todos los venezolanos entre 18 y 40 años, especialmente a aquellos que residen legalmente en Estados Unidos (residentes permanentes o con doble ciudadanía), a enlistarse como voluntarios para recibir formación física, técnica y práctica. Esta preparación previa sera clave para una eventual acción convocada, ya sea a través de una coalición internacional o iniciativas privadas amparadas por el país anfitrión. La meta inicial será conformar un voluntariado de al menos 5,000 hombres y capacitarlos para este plan.
Llamado a la acción:
La restauración de la democracia en Venezuela es un deber constitucional que nos compromete a todos. El artículo 333 de la Constitución establece:
"Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella. En tal eventualidad, todo ciudadano investido o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia."
Este momento histórico requiere unidad, organización y determinación. ¡Venezolanos, es hora de recuperar nuestra libertad!